Según estudios de Gallup, SHRM y Workhuman, las organizaciones que aplican prácticas sistemáticas de reconocimiento aumentan el compromiso de sus colaboradores hasta en un 25%, reducen la rotación no deseada en un 31% y mejoran la productividad en más de un 20%. Además, logran avances significativos en la satisfacción del cliente y el clima laboral: elementos cruciales en un mercado cada vez más competitivo y centrado en la experiencia humana del trabajo.
En grandes organizaciones, donde convergen culturas, generaciones y realidades laborales diversas, una cultura de reconocimiento auténtica actúa como un puente emocional que conecta a las personas con el propósito de la empresa, con sus líderes y entre ellas mismas. Es, en esencia, una forma de liderazgo que trasciende jerarquías y geografías, promoviendo comportamientos alineados con los valores corporativos y facilitando una gestión más humana y efectiva del talento. Cuando el reconocimiento es genuino, oportuno y frecuente, crea un entorno donde las personas se sienten vistas, valoradas y motivadas a dar lo mejor de sí.
Más allá de sus impactos visibles en el desempeño, el reconocimiento cumple una función estratégica vital: fortalece el sentido de pertenencia. En estructuras organizacionales distribuidas globalmente, este sentido de pertenencia se convierte en un diferenciador competitivo. Un colaborador que se siente apreciado es más leal, más creativo y resiliente ante los desafíos. El reconocimiento tiene la capacidad de transformar el ambiente laboral, de convertir el esfuerzo en orgullo y el logro individual en una celebración colectiva. Es, en definitiva, una inversión emocional que retorna en resultados sostenibles.
Uno de los mayores desafíos y al mismo tiempo, una gran oportunidad en las organizaciones contemporáneas es gestionar equipos multigeneracionales con necesidades, expectativas y motivaciones distintas. Para las nuevas generaciones, como la Generación Z y Millennial, el reconocimiento no es un beneficio adicional: es un elemento esencial de la experiencia laboral. Estas generaciones valoran recibir retroalimentación constante, cercana y horizontal. Buscan espacios donde se reconozca su autenticidad, creatividad y capacidad de adaptación. Desean ser valorados no solo por lo que logran, sino también por cómo lo logran y por los valores que encarnan en el camino.
Por otro lado, para generaciones, como la Generación X y los Baby Boomers, el reconocimiento adquiere otro matiz: se convierte en una validación de su experiencia, una manera de resaltar su legado y un estímulo para continuar aportando en entornos cada vez más digitales y cambiantes. Además, el reconocimiento bien aplicado promueve la mentoría intergeneracional, alimenta la reciprocidad y favorece una cultura de respeto mutuo que fortalece la cohesión organizacional.
En este contexto, el liderazgo con gratitud se posiciona como una competencia crítica para los tiempos que corren. Los líderes que practican el reconocimiento como parte integral de su estilo de gestión no solo aumentan la moral del equipo, sino que también construyen culturas inclusivas, resilientes y orientadas al desarrollo. Reconocer implica observar con atención, valorar desde la empatía y expresar gratitud de forma auténtica. Implica también reconocer no solo los resultados visibles, sino los comportamientos consistentes, los aprendizajes obtenidos, los esfuerzos sostenidos y los valores demostrados en cada paso.
En Evertec hemos evolucionado nuestras prácticas de reconocimiento hacia modelos más integrados, digitales y democráticos. La tecnología nos ha permitido habilitar plataformas donde cualquier colaborador, sin importar su nivel o ubicación, puede reconocer a otro en tiempo real, haciendo del reconocimiento una experiencia accesible, espontánea y significativa. Además, el reconocimiento está integrando cada vez más a los procesos de gestión del desempeño y al feedback continuo, reforzando su vínculo con la estrategia y los resultados.
Otro de nuestros enfoques es la celebración de micro-logros. Ya no se espera únicamente por grandes metas o hitos corporativos para reconocer: se valora el progreso diario, las pequeñas victorias que sostienen el éxito en el largo plazo. Igualmente, se prioriza la equidad y la inclusión en nuestro programa de reconocimiento, garantizando que todos los equipos, funciones y regiones tengan la oportunidad de ser visibilizados y celebrados. Estos avances contribuyen a construir una cultura más justa, cohesionada y participativa, donde cada contribución cuenta y cada voz tiene espacio para ser reconocida.
En nuestro ecosistema de reconocimiento, también destacamos el espacio para celebrar contribuciones extraordinarias y de alto impacto al negocio. Es aquí donde cobra relevancia nuestro Chairman Award, el programa de reconocimiento más alto de Evertec. Esta distinción honra a aquellos colaboradores que, además de demostrar de forma consistente nuestros valores y comportamientos organizacionales, se convierten en modelos a seguir por su impacto sobresaliente o alta visibilidad dentro de la empresa. Lo más significativo es que estos reconocidos emergen desde la voz de sus propios compañeros, quienes los identifican como referentes de excelencia, integridad y compromiso. El Chairman Award representa así la cúspide de una cultura que reconoce desde lo cotidiano hasta lo excepcional, fortaleciendo el sentido de propósito colectivo y el orgullo de pertenecer.
En un mundo impulsado por la transformación digital, la automatización y la búsqueda de propósito, cultivar una cultura de reconocimiento más que una acción puntual, es una forma de hacer empresa que pone a las personas en el centro, valora su esfuerzo y celebra su talento con genuina gratitud. Al hacerlo, se siembra pertenencia, se inspira a los equipos y se fortalece la confianza, creando las condiciones ideales para el compromiso, la innovación y la sostenibilidad cultural. Reconocer no es solo agradecer: es liderar con propósito y humanidad.
El reconocimiento bien hecho es estratégico, humano y profundamente transformador.”Leamzie Quintana
Corporate Development & Culture Manager